Nada mejor que comenzar las vacaciones de Semana Santa, metida en la cocina, esta vez para realizar una de mis recetas favoritas para estas fechas. Si os digo que mi casa ya huele a canela, seguro que sabéis de qué se trata. Pues si es Tiempo de postres típicos como las torrijas y os presento a las mías…
La verdad es que hace muy poco tiempo que las hago yo en casa, ya que con las que hacia mi madre era suficiente, pero en casa las piden todos y hay que tenerlos contentos. Cuando empiezo a preparar los ingredientes para hacerlas, no puedo dejar de pensar en los momentos que he pasado con mi madre haciéndolas, y aunque casi siempre lo único que me dejaba hacer era pasarlas por el azúcar y la canela, yo cotilleaba lo que ella hacia para algún día hacérselas yo a mis peques. La verdad es que es increíble, lo que une a una familia la cocina, no os pasa a vosotr@s que al final en todas las reuniones familiares se acaba en la cocina…. y da lo mismo si es mas grande o mas pequeña, si tienes sillas o no, si hace calor o hay humo, siempre se acaba de cháchara en la cocina.
Las torrijas, yo las hago de una forma muy sencilla, simplemente leche con canela y azúcar que caliento un poquito en un cazo, luego mojo el pan en esta leche…
…cuando están bien empapadas las paso por huevo…
…y a continuación las frío en la sartén con el aceite de oliva…
…y cuando están doradoras las envuelvo con azúcar y canela.
mucha gente les echa sirope o almíbar, yo la verdad es que no se lo hago y me quedan deliciosas, las dejas y ellas mismas van soltando ese sirope natural riquísimo, en mi casa es hacerlas y vuelan, les da igual, las toman para desayunar, de postre en la comida, de postre en la cena, en fin hasta que acaban con ellas, ja ja ja…
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